Cuando Mateo tenía solo dos años, sus padres quedaron conmocionados al descubrir que el había desarrollado leucemia. Se reunieron con los especialistas en
Hematología y Oncología de Nicklaus Children’s Hospital e iniciaron un protocolo de tratamiento que devolvió la salud a Mateo, ¡además del entretenimiento que le brindó su hermanita llena de energía! Mateo, que ahora tiene 10 años, es un niño sano como cualquier otro, al que le encanta correr con sus amigos.