Mientras aún estaba dentro del vientre de su madre, a Luife se le diagnosticó transposición de las grandes arterias, un defecto cardíaco congénito. Poco después de nacer, Luife fue llevado en ambulancia al equipo cardíaco en Nicklaus Children’s. El equipo de cardiología pediátrica desarmó el corazón de Luife, parte por parte con delicadeza, y con éxito, lo volvió a armar. Hoy, Luife es un niño sano, activo y extrovertido de 8 años que luce su “cicatriz de honor” con orgullo. Leer esta historia.