Los padres de Harrison lo llevaron a Nicklaus Children's pensando que tenía un virus estomacal normal, pero su mundo se puso patas arriba cuando los médicos de la sala de emergencias no podían encontrarle el pulso a su hijo. El corazón de Harrison se había detenido por completo, pero seguía hablando y caminando.
Los médicos de la sala de emergencias lo transfirieron a la Unidad de Cuidados Intensivos Cardíacos y trabajaron juntos para diagnosticar y tratar su afección. Gracias a su atención, Harrison ha vuelto a estar activo y ha participado en el MCH5k durante los últimos tres años como una forma de retribuir al hospital que le salvó la vida.
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