Neuropatía Periférica: Síntomas y Tratamientos
también conocido como: daño a los nervios periféricos.
¿Qué es la neuropatía periférica?
Los nervios periféricos son la vasta red de nervios que transmite mensajes del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) al resto del cuerpo. Cuando estos nervios no funcionan con normalidad se conoce como neuropatía periférica.
¿Qué causa la neuropatía periférica?
Las causas de la neuropatía periférica incluyen:
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anomalías congénitas hereditarias o anomalías genéticas,
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problemas adquiridos como deficiencias hormonales (por ejemplo, diabetes), trastornos renales, neuroinfecciones, neuroinflamación, toxinas y medicamentos, deficiencias vitamínicas y accidentes o lesiones que estiran o tiran de los nervios.
¿Cuáles son los síntomas de la neuropatía periférica?
Existe un gran número de tipos de neuropatía periférica, cada uno de los cuales se presenta con su propio conjunto de signos y síntomas. En líneas generales, se pueden clasificar como las que implican movimiento (neuropatía motora), neuropatía sensorial. Neuropatía del nervio autónomo y neuropatía de combinación donde los síntomas incluyen dos o tres de los otros tipos.
Los síntomas varían dependiendo del tipo de neuropatía, pero los más comunes incluyen:
- ardor, hormigueo, sensación de pinchazo o dolor agudo (frecuentemente en las manos o los pies),
- entumecimiento, pérdida de la sensibilidad,
- aumento de la sensibilidad al tacto, al dolor o a la temperatura,
- debilidad muscular, calambres o fasciculaciones,
- trastornos emocionales o del sueño,
- reflejos deficientes,
- dificultad para mantener el equilibrio o la coordinación y caminar y, en situaciones más graves, parálisis.
La neuropatía autónoma puede presentarse con sudoración deficiente, control deficiente de la vejiga, presión arterial no estable, desmayos, dificultades para comer y tragar, síntomas gastrointestinales, latidos cardíacos irregulares y problemas para respirar.
¿Cuáles son las opciones de cuidado de la neuropatía periférica?
Para la neuropatía asociada con un proceso de enfermedad, el tratamiento de la enfermedad mejorará o evitará que empeore. Los analgésicos de venta libre, las inyecciones de anestésicos locales, otros medicamentos recetados según el problema subyacente, el ejercicio regular, el estiramiento o el refuerzo de la mano o el pie, la terapia física o la terapia ocupacional pueden ser beneficiosos.
Para el dolor intenso, puede ser necesaria la cirugía para extirpar o reparar un nervio lesionado.
Revisado por: Jack Wolfsdorf, MD, FAAP
Esta página fue actualizada por última vez en: diciembre 03, 2021 03:54 p. m.