Derrame cerebral isquémico
también conocido como: derrame cerebral arterial isquémico, AIS, accidente isquémico transitorio, TIA.
¿Qué es un derrame cerebral isquémico?
“Isquemia” es la falta de suministro de sangre a un órgano lo cual hace que no se suministre suficiente oxígeno para satisfacer las necesidades de ese órgano para funcionar normalmente. Cuando esto ocurre con el suministro de sangre al cerebro, se denomina “derrame cerebral isquémico”. Esto causa el daño o la muerte de las células cerebrales.
Los derrames cerebrales isquémicos pueden ocurrir antes o poco después del nacimiento (derrames cerebrales perinatales), o más adelante en la infancia. Tienden a ser más frecuente en niños que en niñas.
¿Qué causa un derrame cerebral isquémico?
Existen muchas causas por las que un coágulo bloquea el flujo de sangre al cerebro y estas varían según la edad.
Una causa frecuente en los recién nacidos/lactantes pequeños es un coágulo que se forma en el corazón y se traslada al cerebro. A menudo, esto se asocia con problemas cardíacos congénitos, como válvulas anormales o una infección.
En niños mayores, la anemia drepanocítica, las anomalías de las arterias en sí (arteriopatías), los coágulos que se trasladan desde otras partes del cuerpo (émbolos) y muchas otras causas (congénitas y adquiridas) son las responsables de que la sangre coagule más fácilmente que lo normal. Por último, en alrededor del 5 al 15 % de los niños no se encuentra ninguna causa.
¿Cuáles son los síntomas de un derrame cerebral isquémico?
En bebés recién nacidos, los AIS (derrames cerebrales isquémicos) con frecuencia se presentan con convulsiones, apnea (no respirar), y somnolencia y letargo. En niños mayores, los síntomas se pueden (o no) presentar repentinamente e incluir debilidad, parálisis u hormigueo en el rostro, los brazos o las piernas, dolor de cabeza, problemas para tragar o de la vista, dificultad para hablar, náuseas, vómitos, confusión y otros síntomas.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para un derrame cerebral isquémico?
El tratamiento se enfoca en el cuidado de emergencia para mejorar el suministro de sangre/oxígeno al cerebro, diagnosticar la causa subyacente y prevenir/disminuir los resultados negativos relacionados con el AIS.
Pueden ser necesarios servicios de rehabilitación a largo plazo para ayudar a su hijo a recuperar completamente sus funciones.
Revisado por: Jack Wolfsdorf, MD, FAAP
Esta página fue actualizada por última vez en: octubre 14, 2020 10:16 a. m.