Sarah Hudson nunca ha sido el tipo de persona que deja que algo la venza. Ni una afección genética por la que tuvo que estar hospitalizada durante gran parte de los primeros siete años de su vida ni la curvatura de su columna vertebral asociada con la enfermedad. Lo que sea que Sarah sueña con hacer, ya sea nadar, hacer clavados, correr maratones o bailar, simplemente lo ha hecho realidad.
Sarah nació con síndrome de Noonan, una afección genética que puede causar la curvatura de la columna vertebral y otras anomalías. A los 13 años se le realizó su primera cirugía para corregir la escoliosis en el Centro para Problemas de la Columna Vertebral en Nicklaus Children’s Hospital. Poco después, volvió a disfrutar de sus actividades favoritas, incluso bailar y participar en los equipos de clavado y natación de su escuela. Posteriormente comenzó a correr maratones.
En 2015, durante una visita de seguimiento de rutina en el Centro para Problemas de la Columna Vertebral, Sarah, quien entonces estaba en el último año de la universidad, se enteró de que necesitaba otro procedimiento de fusión vertebral debido a los cambios relacionados con el síndrome de Noonan. Sarah no se inmutó. En el otoño de 2015, hizo arreglos para terminar antes sus clases en la Universidad de Miami y poder someterse a la cirugía en noviembre.
En 2016, con el permiso de su cirujano, el Dr. Jahangir Asghar, volvió a correr maratones y luego celebró su graduación con su familia y amigos.
“Estoy realmente muy agradecida con todos mis médicos de Nicklaus Children’s. No estaría donde estoy hoy sin ellos”,
expresa Sarah, que planea hacer un posgrado en psicología infantil.