Cuando Bria canta su canción favorita, “I'm a Survivor” de Destiny's Child, infunde a la letra un sentimiento especial que pocos niños de 9 años pueden lograr. Bria obtuvo su inspiración de la manera más difícil, ya que a una corta edad tuvo que aprender lo que significa ser una sobreviviente.
La historia de supervivencia de Bria comenzó con una visita al médico de la familia hace varios años. Carol, la madre de Bria, le pidió al médico que examinara una hernia que la niña tenía en la ingle y también le informó que Bria (que en ese entonces tenía 6 años de edad) se había estado quejando de un dolor que sentía en la pierna izquierda y que cojeaba un poco. La noticia que la madre recibió al poco tiempo fue algo que ningún padre debería escuchar nunca: Bria tenía cáncer.
Trasladaron a Bria al Centro para Cáncer del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, donde su familia se enteró de que tenía una forma agresiva de cáncer de hueso, denominada osteosarcoma, en el muslo izquierdo. Si bien la familia enfrentaba un futuro incierto, los Brown se negaron a permitir que el temor controlara sus vidas. Y gracias al cuidado y la compasión que Bria y su familia recibieron en el Nicklaus Children's Hospital, hoy esta enérgica niña que cursa el tercer grado le demuestra al mundo cómo vencer las probabilidades.
Enfrentar un futuro incierto
Cuando se enteraron de que Bria tenía cáncer, sus padres Ed y Carol comenzaron a buscar un programa de atención de cáncer pediátrico para su hija. “El Nicklaus Children's Hospital fue nuestra primera opción por recomendación de nuestros familiares y amigos”, dijo Carol. “Sentimos un gran alivio cuando la aceptaron de inmediato”.
A fin de diagnosticar y tratar con más precisión la enfermedad recién descubierta de Bria, el Dr. Ziad Khatib, especialista en hematología y oncología, junto con un equipo de médicos del Centro para Cáncer del Nicklaus Children's Hospital, le realizaron una imagen por resonancia magnética, una biopsia y varias otras pruebas. El Dr. Khatib determinó que se trataba de un osteosarcoma de alto grado, es decir, que avanzaba rápidamente y podía propagarse por todo el cuerpo de Bria y a los pulmones si no recibía tratamiento inmediato.
Valentía en la lucha
La familia Brown consultó las opciones de tratamiento con el equipo del Centro para Cáncer y optó por la quimioterapia en lugar de una forma más agresiva de tratamiento: la amputación de la pierna. Bria se sometió a una cirugía en el Nicklaus Children's Hospital con el fin de colocarle un dispositivo en el pecho para aliviar las sesiones de quimioterapia.
"Bria comenzó la quimioterapia en junio de 2001”, explicó el Dr. Khatib. “Cada tratamiento requiere de dos a tres días de hospitalización, y ella recibió tratamiento cada dos a tres semanas. También asistió a consultas una o dos veces por semana para un hemograma y un control de su tolerancia a la quimioterapia. Cada vez que venía, nos impresionaba su energía y actitud optimista”.
Después de pasar por todas las etapas, dolor, náuseas, pérdida del cabello y fatiga, Bria, su familia y el personal médico del Nicklaus Children's Hospital, se aferraron a una actitud positiva para enfrentar el futuro. Una vez que la quimioterapia demostró signos de éxito, reemplazaron la parte cancerosa del hueso del muslo de Bria por una prótesis de metal que “crecería” al mismo tiempo que ella con ajustes periódicos. En la primavera de 2002, finalizó el tratamiento.
El placer de la vida
El cáncer de Bria ha estado en remisión por más de un año gracias al tratamiento que recibió en el Centro para Cáncer del Nicklaus Children's Hospital. En la actualidad, es tan activa y enérgica como siempre. Ha vuelto asistir a la escuela North Dade Center for Modern Languages, juega al baloncesto, anda en bicicleta y participa en el Consejo Infantil hospital para ayudar a otros niños que luchan contra el cáncer.
“Estamos agradecidos de haber recibido la atención y el apoyo del personal del Nicklaus Children's Hospital, a través de todo el proceso”, dijo Carol. “Bria quedó encantada con los miembros del personal del hospital desde el primer día y ellos quedaron encantados con ella. “Trataron a mi pequeña hija como si fuera una reina”.