Cuando era un niño y vivía en Nicaragua, la mamá de Felix se dio cuenta de que, a menudo, se quejaba de dolores y no de los dolores habituales de un niño activo de su edad. Después de que le tomaron las pruebas de sangre, los médicos descubrieron que Felix tenía anemia drepanocítica. Su mamá tomó la difícil decisión de dejar todo atrás y mudarse a Miami para que Felix pudiera recibir la mejor atención posible en el Nicklaus Children’s Hospital. Ocho años después, Felix es un adolescente saludable y extrovertido que aún vive con la anemia drepanocítica, pero que no ha dejado que eso lo ralentice en lo más mínimo.
Usted puede ayudar a que los niños sean más sanos y estén felices como Felix al hacer una contribución hoy y ver su inspiradora historia en www.mchf.org/felix.