Candido es un niño travieso de dos años que adora jugar y correr con sus tres hermanas mayores. De hecho tiene tanta energía, que no fue hasta que sufrió una caída grave que requirió una visita a la sala de emergencias y radiografías que su familia se enteró de que había nacido con un defecto óseo poco frecuente llamado pseudoartrosis congénita de la tibia o CPT.
La CPT es una afección poco común que afecta a una de cada 250,000 personas. Hace que la tibia, o el hueso de la espinilla, no se desarrolle normalmente. Si no se trata, la CPT provoca dolor, deformidad de las extremidades y desigualdad en la longitud de las piernas. En el caso de Candido, la mitad de la tibia izquierda tenía una conexión fibrosa en lugar de hueso normal, lo que hacía que la pierna fuera susceptible de fracturas. Candido se quebró la tibia en una caída simple y el hueso nunca cicatrizó a pesar de meses de yeso, lo que lo dejó con una pierna deformada y con dolor.
La familia fue referida al Instituto de Ortopedia, Medicina del Deporte y la Columna Vertebral de Nicklaus Children's, donde se reunieron con el Dr. Daniel Ruggles, un cirujano ortopédico con experiencia en el tratamiento de niños con deformidades de las extremidades y procedimientos de alargamiento.
La CPT es difícil de curar, y el tratamiento tradicional ha incluido la amputación en casos fallidos de CPT. Gracias a los avances en técnicas ortopédicas y programas de salvamento de extremidades como el de Nicklaus Children's, el Dr. Ruggles pudo reconstruir la pierna de Candido mediante una compleja cirugía de última generación con fijación interna y externa.
“Nuestro objetivo final en la CPT es restaurar el funcionamiento normal del niño. Para correr, jugar y funcionar normalmente es necesario restaurar la fuerza y la habilidad de los huesos de las piernas para crecer y sanar”. explica el Dr. Ruggles.
"La cirugía implicó la extirpación del tejido fibroso anormal, la estabilización del hueso y la creación de un entorno que promoverá el crecimiento de una nueva tibia recta y fuerte. La estabilidad se consigue colocando una varilla dentro del hueso simultáneamente con un fijador externo circular", afirma el Dr. Ruggles.
El procedimiento también requiere técnicas especializadas de injerto óseo que utilizan las propias células óseas de autoinjerto de Candido combinadas con un material sintético especializado para mejorar el hueso llamado BMP (proteína morfogénica ósea).
Un mes después de la cirugía, Candido ya estaba corriendo detrás de sus hermanas. Su madre, Shakira, dice que siempre estará agradecida al Dr. Ruggles y al equipo de Nicklaus Children's por hacer que esta experiencia sea positiva.
“Me preocupaba mucho oír que mi bebé necesitaba cirugía y una varilla en la pierna. Gracias a este increíble equipo, mi hijo no se perdió de nada y ahora está mejor que antes", comenta.
A Candido le quitaron el fijador externo cuatro meses después de la cirugía y es posible que necesite un procedimiento en el futuro para igualar la longitud de sus piernas. Pero en solo unos meses, Candido podrá correr, ser activo e incluso practicar deportes como otros niños de su edad.