Gia Maria Lee nació cuatro días antes de la Navidad de 2011. Fue el milagro de Navidad de Danays Benavides.
Los padres pronto recibieron las noticias de que no todo sería sencillo para su hija.
Gia nació con un trastorno conocido como síndrome de VACTERL. Cada letra de la palabra representa una parte del cuerpo afectada por el síndrome. Anomalías vertebrales, atresia anal, defectos cardíacos, fístula traqueoesofágica o atresia esofágica, anomalías renales y radiales, y defectos en las extremidades son solo los términos técnicos para los retos con los que Gia debía enfrentarse.
Gia nació en Jamaica y vivía allí cuando recibió el diagnóstico de cáncer. La niña tenía tan solo 3 años cuando su madre detectó sangre en la orina de la pequeña.
“Hubo que realizarle varios estudios hasta que le encontraron un tumor en uno de los riñones”, relata Benavides.
Luego se determinó que Gia tenía un tumor de Wilms, que es un nefroblastoma, o cáncer de riñones, que suele darse en niños. En Jamaica, se le realizó una cirugía para extirpar todo el riñón, ya que el cáncer se había expandido y no era posible salvar el órgano.
La familia se mudó después al sur de la Florida para someter a la niña a un tratamiento en Nicklaus Children’s Hospital. Con la ayuda de la Dra. Athena Pefkarou, especialista pediátrica en oncología y hematología, Gia comenzó a recibir quimioterapia en enero de 2015 y ha estado en remisión desde hace un año.
“Gracias a Dios”, dice Benavides, expresando alivio porque su hija finalmente se encuentra camino a la recuperación.
Gia visita el hospital todas las semanas para recibir tratamiento, pero aún le queda bastante por recorrer porque el riñón que le queda funciona al treinta por ciento de su capacidad. Gia continúa avanzando cada vez más y ya ha ganado la mitad de la batalla.