Almudena solo tenía dos años cuando le diagnosticaron un tumor cerebral canceroso. Su madre, Claudia, se dio cuenta por primera vez de que algo andaba mal cuando Almudena tenía mucha sed, dificultades para ver y estaba perdiendo peso. La refirieron al Nicklaus Children’s Hospital, donde se sometió a quimioterapia durante tres meses, pero el tumor continuaba creciendo y había que extirparlo.