Heidi Hanssen, de Boynton Beach, Florida, ha conquistado más en sus cuatro años de vida que muchos adultos. Esto se debe a que nació con trisomía 18, una afección genética poco frecuente que causa una serie de diferencias en el desarrollo.
Su madre, Jennifer Hanssen, se enteró al principio de que Heidi nacería con varias afecciones complejas, que incluyen labio hendido y paladar hendido y un orificio en el corazón conocido como defecto del tabique ventricular (DTV). Se les dio un pronóstico devastador porque había un 90 por ciento de probabilidades de que no sobreviviría a su primer cumpleaños.
Pero Heidi venció esas probabilidades.
Después de casi dos meses de hospitalización en la NICU (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), Heidi se fue a casa con su familia. Harían de su vida la misión de conseguirle la mejor atención médica posible.
A los siete meses, se sometió a su primera cirugía en Nicklaus Children’s, una operación para cerrar el orificio en su corazón, realizada por el Dr. Redmond Burke, cirujano cardiovascular pediátrico y director de Cirugía Cardiovascular en Nicklaus Children’s. Jennifer afirma que la cirugía del corazón la hizo lo suficientemente fuerte como para enfrentar los próximos pasos de su proceso en la atención médica.
Esta foto se tomó antes de la COVID-19
Cuando Heidi tenía 13 meses, se le diagnosticó una forma poco frecuente de cáncer de hígado pediátrico. Después de una resección hepática exitosa por parte del Dr. Leopoldo Malvezzi, cirujano pediátrico de Nicklaus Children’s, seguida de dos rondas de quimioterapia bajo el cuidado del Dr. Guillermo De Angulo, oncólogo pediátrico de Nicklaus Children’s, ella venció al cáncer.
Cuando tenía tres años, Heidi se sometió a una cirugía para reparar una médula espinal anclada con el Dr. John Ragheb, neurocirujano pediátrico y director de neurocirugía en Nicklaus Children’s. Uno de los muchos beneficios que le dio esta cirugía fue la capacidad de soportar peso en las piernas.
Heidi también se ha sometido a varias cirugías de labio hendido y paladar hendido con el Dr. Chad Perlyn, cirujano plástico pediátrico en Nicklaus Children’s, para restaurar su hermosa sonrisa. Con cada procedimiento que ha enfrentado, Heidi se ha vuelto más saludable y fuerte. El proceso no ha sido fácil, pero la alegría por la vida de Heidi la mantiene motivada en cada difícil paso.
“Heidi es una niña tan fuerte, feliz y divertida que está muy orgullosa de todo lo que ha aprendido y logrado. De hecho, se entristeció un poco en las últimas dos ocasiones cuando tuvo que irse a casa desde el hospital, porque estaba disfrutando mucho el estar allí. Desde ver películas en la cómoda cama hasta jugar con juguetes proporcionados cuidadosamente por los especialistas de vida infantil, Heidi parece encontrar siempre una manera de pasar el mejor momento en el hospital y transmitir su alegría a los demás”, dijo Jennifer.
“Estamos muy agradecidos con todos y cada uno de sus médicos que estuvieron dispuestos a darle a Heidi todas las oportunidades posibles de tener una mejor calidad de vida. Le han dado la oportunidad de vivir una vida saludable y vibrante más allá de lo que jamás podríamos haber imaginado en los primeros días de su diagnóstico. Nicklaus Children’s ha sido una respuesta a muchas plegarias, y en gran medida tenemos que agradecerles por la hermosa vida que Heidi está viviendo hoy”.