Alrededor de los 6 meses de edad, la madre de Devon comenzó a notar que no estaba alcanzando sus hitos de desarrollo. Cuando tenía 2 años de edad, le diagnosticaron una rara forma de epilepsia y su desarrollo muscular se vio afectado. La cirugía, la terapia física y la determinación de Devon llevaron su calidad de vida más allá de lo que su madre había pensado inicialmente que sería posible. Leer esta historia.