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¿Cuándo debería darle un teléfono a mi niño/a?
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Por: Bill Brady, Troomi Wireless
24 de abril de 2024






Cuando mi padre recibió su primer teléfono celular, literalmente era del tamaño de un maletín… una bolsa que llevaba consigo que tenía un auricular conectado con un cable. Solo podía hacer llamadas locales y pagaba más de $2 por minuto para usarlo. Ahora, los teléfonos celulares son dispositivos asequibles, del tamaño de un bolsillo, que proporcionan un flujo ilimitado de información y conexión a cualquier persona y cualquier cosa.

Y, dado que cada persona parece tener uno, cada padre y madre en los Estados Unidos se enfrenta al problema de equilibrar las ventajas y desventajas de darles un teléfono a sus niños. La pregunta tiene menos que ver con “¿Debería darle un teléfono a mi hijo/a?” y más con “¿Cuándo debería darle un teléfono a mi hijo/a?”. El objetivo de esta publicación es ayudar a los padres a analizar algunas de las cosas que deben considerar para tomar esa decisión.

¿Necesita mi niño/a un teléfono celular?

En resumen, no, su niño/a no necesita un teléfono celular. Pero, en realidad, usted tampoco. Ciertamente, la comodidad y las expectativas sociales modernas lo exigen, pero quienes somos mayores de 45 años no teníamos teléfonos de niños, y nos las arreglamos bien. Ya sea que sus niños estén en la escuela primaria o secundaria, probablemente recuerde cómo era la vida antes de los teléfonos celulares. Todos sobrevivimos sin ellos durante siglos, y podríamos hacerlo de nuevo si tuviéramos que hacerlo.

Y, si bien eso puede ser cierto, los teléfonos celulares sin duda nos facilitan muchísimo la vida, lo que agrega una comodidad inigualable tanto a su vida como a la de su niño/a. Por lo tanto, estas son algunas cosas que debe tener en cuenta:

¿Cómo va su niño/a a la escuela? Si va caminando, toma el autobús o en vehículo compartido, podría ser útil que tuviera un teléfono celular en caso de que sucediera algo inesperado o de que los planes cambiaran repentinamente.

¿Su niño/a disfruta hacer actividades extracurriculares? Si está en un equipo deportivo o en un club después de la escuela, podría usar su teléfono celular para llamar o para enviarle mensajes de texto para que usted esté al corriente y para avisarle cuando esté listo/a para volver a casa.

¿Su niño/a suele escaparse con sus amigos? No solo puede usar su teléfono celular para que usted sepa cuáles son sus planes, sino que también usted puede usar el teléfono para rastrear la ubicación de su niño/a y para asegurarse de que no corra peligro.

El hecho de que su niño/a necesite o no un teléfono celular depende de usted, pero asegúrese de considerar su rutina y sus compromisos antes de tomar la decisión. Cuando se trata de la seguridad, la conveniencia y la comunicación, tanto usted como el niño/a se benefician de que tenga un teléfono.

¿Cuándo debería darle un teléfono a mi niño/a?

Una vez que haya decidido que su niño/a está en condiciones de tener su propio teléfono, la siguiente pregunta acuciante es “¿Cuándo?”.

Debido a que la respuesta dependerá de cada niño/a, su madurez y necesidades específicas, y de su cultura familiar, incluso los expertos se han negado a establecer un número mágico sobre la edad. Sin embargo, hay algunas consideraciones de sentido común que se deben tener en cuenta, así como recomendaciones sobre el tiempo frente a la pantalla y el uso de las redes sociales.

De 4 a 5 años

La Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente (American Academy of Child & Adolescent Psychiatry) recomienda limitar el tiempo diario frente a una pantalla a una hora para los niños menores de seis años. Entre esta recomendación y los hitos cruciales del desarrollo que los niños alcanzan en sus primeros años, los niños de esta edad pueden estar mejor sin teléfonos celulares.

Dejando de lado esta sugerencia, si descubre que su niño/a podría usar un teléfono celular a esta edad (por ejemplo, porque vive con uno de los padres mientras necesita mantenerse en contacto con el otro), considere la posibilidad de que solo use el teléfono para hablar y enviar mensajes de texto.

En Troomi, lo hemos hecho posible al crear un entorno telefónico que se puede personalizar completamente según las necesidades y el nivel de madurez de cada niño/a, y siempre recomendamos que los niños más pequeños comiencen con un entorno de solo hablar y enviar mensajes de texto: sin imágenes, sin juegos ni aplicaciones. Permita que los niños aprendan a usar los teléfonos… como teléfonos.

De 6 a 9 años

Se recomienda que los niños mayores de seis años no pasen más de dos horas frente a una pantalla diariamente. A esta edad, los niños pasan más tiempo en la escuela y comienzan a probar actividades nuevas. Puede ser conveniente que su niño/a tenga su propio dispositivo, y definitivamente se enterará de que algunos de sus compañeros tienen teléfonos. Nuevamente, deje que empiece con funciones muy limitadas basadas en sus necesidades de comunicación principales.

De 10 a 12 años

A medida que su niño/a se acerque a su adolescencia, descubrirá que tiene más sentido que tenga su propio teléfono celular y, para esta edad, seguramente le dirá: “¡Pero todos mis amigos tienen uno!”. Para los 12 años, muchas escuelas piden o esperan que los estudiantes puedan usar aplicaciones digitales en el aula, por lo que un teléfono comienza a ser esencial.

Además de eso, a los preadolescentes les encanta tomar fotografías, jugar juegos que despierten su creatividad y descargar aplicaciones que les ayuden con las tareas escolares, descubrir pasatiempos saludables o escuchar música.

En Troomi, alentamos a los padres a que sean muy resueltos cuando amplíen las funciones que los niños pueden usar a medida que crecen, a mantener los límites de tiempo frente a la pantalla y a evitar siempre la pornografía y las redes sociales; de hecho, nuestros teléfonos están diseñados para evitar estas influencias negativas para los usuarios de cualquier edad.

De 13 a 17 años

Para cuando los niños son adolescentes, está claro que tener un teléfono es una necesidad legítima, pero asegúrese de que esas necesidades se satisfagan con cuidado y con un propósito. Siempre advierto a los padres que se aseguren de que el teléfono siga siendo una herramienta y no se convierta en un tirano. Los niños se pierden de vivir cuando la única opción para el tiempo libre es usar una pantalla. Y, aunque las redes sociales se vuelven “legales” a los 13 años, evite la tentación de permitir que sus hijos tengan redes sociales. Cada estudio que se realiza ahora muestra los efectos perjudiciales del tiempo excesivo frente a la pantalla y de las redes sociales en los jóvenes. Este es un artículo conmovedor de la Dra. Jean Twenge, una de las principales investigadoras de los efectos de la tecnología en los niños y miembro de nuestra junta asesora profesional en Troomi.

Reflexiones finales

Cuando tome la decisión de avanzar con un teléfono para un niño/a, sea deliberado al respecto. Elija una opción segura para niños que le permita controlar el dispositivo de forma remota, y cree un entorno telefónico que se adapte a las necesidades y la madurez de su niño/a.

Evite dejarse seducir por las redes sociales y asegúrese de contar con medidas de seguridad para impedir el contacto de su niño/a con depredadores, acosadores y estafadores. También recomendamos un navegador web seguro donde usted, como padre, pueda predeterminar a qué dominios tiene acceso su hijo, sin darle a Internet acceso completo a su niño/a.

Por último, dedique tiempo a analizar un plan para el uso de la tecnología con su niño/a antes de comprar el teléfono. Tenga un contrato vigente que establezca cómo se usará y no se usará el teléfono. Algunos ejemplos podrían ser no usar el teléfono en la habitación o en la mesa a la hora de las comidas, definir ciertas horas en las que se permitirá o no el uso de aplicaciones o funciones específicas, así como momentos de la semana en los que se espera que guarde todos los dispositivos y deje la tecnología a un lado para pasar tiempo en familia sin distracciones. Asegúrese de establecer que se comprendan las consecuencias si se abusa del privilegio del uso del teléfono. Fijar estas expectativas antes de darle un teléfono a su niño/a ahorra mucho estrés en el futuro y marca la diferencia a la hora de crear una experiencia de primer teléfono que sea positiva para todos.
 
Bill Brady es el cofundador y director ejecutivo de Troomi Wireless, una plataforma telefónica segura para niños dedicada al bienestar digital y la salud mental de los niños. Troomi es miembro fundador de Digital Safety Alliance y proveedor de tecnología segura para niños en todo Estados Unidos. Obtenga más información en Troomi.com y comuníquese con Bill a través de bill(arroba)troomi.com.