Destiny tiene tan sólo siete años, pero en su corta vida ya les ha enseñado a los adultos muchísimas cosas. Destiny:
- ha dado a los enfermos y moribundos la voluntad de vivir
- ha reconfortado a padres dolientes
- ha ayudado a las familias de niños enfermos a encontrar felicidad
“Esta pequeña niña ha tocado muchas vidas”, afirmó su abuela, Joann, quien brindó un hogar a Destiny durante los últimos dos años. “Es asombrosa”.
Realmente asombrosa. Destiny desplegó su magia mientras luchaba contra una persistente forma de cáncer. La travesía comenzó cuando encontraron dos tumores grandes en el cerebro de Destiny, uno del tamaño de un puño, cuando sólo tenía 18 meses.
Al día siguiente del diagnóstico, Destiny estaba en las manos del Dr. Glenn Morrison, un neurocirujano del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, que extirpó los tumores con éxito. Luego, fue sometida a quimioterapia y a un trasplante de médula ósea bajo el cuidado del Centro de Cáncer del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital.
El equipo del Centro de Cáncer, incluido el Dr. Ziad Khatib, el oncólogo de Destiny, atendieron a Destiny en todas las fases del tratamiento. “Todas han sido maravillosos con nosotras”, dijo Joann. “Si deseamos hablar con un médico, podemos obtener acceso a uno en cualquier momento, y los farmacéuticos, enfermeros y trabajadores sociales han sido todos sumamente accesibles y comprensivos”.
En la actualidad, Destiny tiene pequeños tumores latentes en la columna que son inoperables y resistentes a la radiación y la quimioterapia. Ella y su abuela saben que cada día que comparten es precioso y viven sus vidas conforme a ello.
“Destiny ama a las personas. Le encanta ir a la escuela, al parque y a Chuck E. Cheese”, expresó Joann. “Es una futura artista. Puede dibujar durante horas enteras. En ocasiones, se queda dormida con los marcadores en las manos”.
El mayor logro de Destiny es su capacidad para inspirar a otros. Un familiar que estaba saliendo de un coma después de sufrir un infarto de miocardio se las arregló para garabatear el nombre de Destiny en una hoja de papel. Cuando llevaron a la niña junto a la cabecera de su cama, comenzó a reunir fuerzas hasta recuperarse por completo.
El ejemplo de Destiny y Joann ha servido de inspiración para otras familias de niños con cáncer. “Recientemente, recibí un correo electrónico de una familia que nos contó que cambió por completo su forma de encarar la vida gracias a nosotras. Tomaron la decisión consciente de abrazar la felicidad”, dijo Joann.