Mientras amamantaba a su niña de 3 años Christina, Grace tuvo una extraña premonición que la hizo mirar fijamente a los ojos de su hija. Grace se puso los anteojos para ver de cerca y le descubrió unas pequeñas manchas blancas en los ojos; estas manchas indicaban que su hija tenía cataratas.
Afortunadamente para Christina, pudo obtener tratamiento inmediato en el Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, y se sometió a cirugías que salvaron su vista. Ahora tiene 6 años, su visión es perfecta con anteojos, participa del programa de talentos de su escuela y, según Grace, será una estrella de rock.
Un diagnóstico desalentador
Aunque Grace tuvo cataratas cuando era niña, los profesionales médicos que visitó durante toda su vida le dijeron que su enfermedad no era genética. "Nadie en la familia tuvo cataratas", comentó, "por lo tanto, no esperaba que alguno de mis hijos tuvieran esta enfermedad. Pero en el momento que miré a Christina, supe que tenía cataratas".
El oftalmólogo de Christina, Cleve Howard, MD, director del Departamento de Oftalmología del Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital, confirmó lo que Grace sospechaba.
"Fue el día más largo y horrible de mi vida", recuerda Grace. "No quería que Christina tuviera los mismos problemas en la vista que yo tuve, pero el Dr. Howard no dejaba de recordarme que la tecnología avanza".
Un pronóstico alentador
Christina se sometió a una cirugía en uno de los ojos cuando tenía 6 días de vida, y en el otro cuando tenía dos semanas. "Aproximadamente nacen 2.000 bebés con cataratas cada año en los Estados Unidos", comenta el Dr. Howard. "Se necesita tratamiento inmediato porque los niños lactantes con cataratas tienen resultados visuales deficientes si no se corrige su visión a los 30 a 40 días de vida".
Grace, que nació con la misma enfermedad que Christina, tuvo que esperar hasta los 6 meses para someterse a una cirugía y así corregir su visión. Pero, gracias a los cambios en la tecnología, el pronóstico de Christina fue alentador.
"Estoy enormemente agradecida con el Dr. Howard y el Nicklaus Children's Hospital, anteriormente Miami Children's Hospital", dice Grace. "El Dr. Howard pudo operarla dentro de la semana. Controla sus ojos cada 15 días y cambia sus anteojos según las necesidades; es una persona maravillosa. ¡Salvó la vista de mi bebé!"
Una visión al futuro
Debido a la detección temprana y los avances en la tecnología, el futuro de Christina se ve brillante y nítido. El siguiente paso para la enérgica niña de primer grado son los lentes de contacto.
"Aconsejo a todos los padres que controlen la visión de sus hijos de forma inmediata. Los ojos son tan vitales como el corazón, el cerebro y los oídos", comenta Grace. "La visión de sus hijos es muy importante, y las pruebas se realizan en sólo una visita al oftalmólogo".
Si los padres tienen antecedentes familiares de cataratas, el Dr. Howard recomienda realizar a sus hijos la evaluación de reflejo rojo incluso antes de abandonar el hospital.
"Se pueden hacer muchas cosas para mejorar la visión de sus hijos", comenta el médico. "Christina es un ejemplo ideal de cómo el tratamiento inmediato puede marcar la diferencia en la forma en que su hijo mira al mundo".