Quistes aracnoideos

también conocido como: quistes intracraneales, quistes aracnoideos intracraneales, quistes aracnoideos espinales

¿Qué son los quistes aracnoideos?

Los quistes aracnoideos son sacos o cavidades llenas de líquido que aparecen en la membrana aracnoidea y que pueden presentarse en muchos lugares del cerebro o la médula espinal. La mayoría de estos quistes se descubren incidentalmente y no merecen una intervención quirúrgica, pero rara vez pueden causar dolores de cabeza o un agrandamiento progresivo de la cabeza.

¿Cuáles son las causas de los quistes aracnoideos?

Se desconocen las causas exactas de los quistes aracnoideos. La mayoría de los expertos creen que la mayoría de los quistes aracnoideos son trastornos congénitos o malformaciones del desarrollo que se producen debido a la ruptura o desgarro de la materia aracnoidea durante la gestación. Existen motivos para creer que pueden ser hereditarios. La mayoría de estos casos se manifiestan durante la infancia, pero la aparición puede retrasarse hasta la adolescencia.

Algunos quistes aracnoideos pueden producirse debido a lesiones o enfermedades después del nacimiento. Los quistes aracnoideos pueden estar asociados a otros trastornos primarios como el síndrome de Marfan, la aracnoiditis o la ACC (agenesia del cuerpo calloso).

¿Cuáles son los síntomas de los quistes aracnoideos?

Es posible que los quistes pequeños nunca causen síntomas y se pueden encontrar de manera incidental. Los síntomas específicos dependen del tamaño y la ubicación del quiste. Una lista corta de los signos o síntomas incluye:

• cambios en la forma del cráneo (deformación craneal)
• dolor de cabeza
• náuseas y vómitos
• convulsiones
• sacudidas y asentimientos de la cabeza
• TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad)
• hidrocefalia
• muchos otros.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para los quistes aracnoideos?

Los quistes aracnoideos que son asintomáticos y no afectan los tejidos circundantes generalmente no requieren tratamiento (algunos creen que debe tratarse a los niños asintomáticos para evitar complicaciones en el futuro); los niños con síntomas requerirán cirugía, que puede ser uno de varios procedimientos. La mayoría de los niños tratados se recuperan bien. Se puede proporcionar tratamiento sintomático y de apoyo.

Revisado por: Jack Wolfsdorf, MD, FAAP

Esta página fue actualizada por última vez en: julio 26, 2023 03:12 p. m.