Lesión del Nervio Radial

también conocido como: lesión del nervio radial, disfunción del nervio radial, parálisis del nervio radial, parálisis de las muletas, parálisis del sábado por la noche, mano caída

¿Qué es la parálisis del nervio radial?

El nervio radial es el responsable de la sensibilidad y el movimiento a lo largo de la cara posterior del brazo y la mano. La lesión en este nervio se denomina parálisis del nervio radial y los síntomas, habitualmente, incluyen pérdida de la sensibilidad a lo largo de la cara posterior del brazo, el antebrazo y la mano.

¿Qué causa la parálisis del nervio radial?

Las causas más frecuentes de una lesión en el nervio radial incluyen compresión por el uso de muletas (parálisis de las muletas) o por quedarse dormido con el brazo colgando de una silla (parálisis del sábado por la noche). En ambos casos, el nervio se comprime en la axila o contra el húmero, el hueso de la parte superior del brazo. La fractura del húmero puede causar una lesión más grave en el nervio radial.

¿Cuáles son los síntomas de la parálisis del nervio radial?

Dolor, debilidad y pérdida de funcionamiento son los síntomas más frecuentes de la parálisis del nervio radial.  Generalmente, el brazo afectado tiene menos sensibilidad a lo largo de la cara posterior/dorsal del brazo, del antebrazo y de la mano, y debilidad de los músculos encargados de la extensión de la muñeca y los dedos.  A menudo, los pacientes con parálisis del nervio radial tienen la “mano caída”.

¿De qué forma puede la parálisis del nervio radial afectar a los niños?

La parálisis del nervio radial puede ser todo un desafío para los niños al igual que para los adultos.  Las consecuencias a largo plazo en niños pueden causar deformidades de huesos y articulaciones.

¿Cuáles son los tratamientos para la parálisis del nervio radial?

Los casos leves de parálisis del nervio radial pueden resolverse solo con terapia.  La terapia para las lesiones del nervio radial incluyen entablillados especiales y una variedad de ejercicios de movimiento para evitar las deformidades de articulaciones permanentes.  Los casos más graves (los que no demuestran mejoras en las primeras semanas después de la lesión) requieren una mayor evaluación, lo que puede incluir estudios de conducción nerviosa y electromiografías o estudios de diagnóstico por imágenes especializados del nervio.

En caso de que se requiera cirugía, el procedimiento puede incluir neurólisis (extirpación del tejido cicatricial en torno al nervio), reparación o reconstrucción del nervio con injertos de nervio. El momento en el que se decide realizar la cirugía depende del mecanismo y la gravedad de la lesión.

Si el nervio no se recupera y hay debilidad persistente en los músculos de extensión, es posible que se consideren procedimientos de transferencia de tendones.


Revisado por: Aaron Berger, MD

Esta página fue actualizada por última vez en: mayo 20, 2021 04:30 p. m.